Como ya sabéis para estudiar chino mandarín nos apuntamos a la Universidad, en concreto a la Shanghai Maritime University. El curso comenzó en febrero y terminará a finales de julio. Es un curso intensivo de lunes a viernes 3 horas diarias.
A mitad del curso nos hicieron un examen de cada una de las asignaturas para valorar nuestro aprendizaje, además esto nos serviría después para calcular qué nivel teníamos o podíamos llegar a tener para luego poder hacer el examen HSK, que es el oficial del Chino Mandarín.
Hay 4 asignaturas con 4 profesoras y cada una tiene su forma de hacer los exámenes. Dos semanas antes nos informaron que habría que hacer estos exámenes que además para nosotros eran importantes ya que nos habían comentado que al tener permiso de residencia como estudiantes de chino, nuestro seguimiento era mayor que el de otras compañeras, amas de casa de maridos expatriados y con permiso de trabajo en China.
No me canso de repetir que yo soy la última de la clase porque mi nivel es "1A" y sin embargo, desde el principio me pusieron en el nivel "1B", y todo porque se me ocurrió escribir en el test de nivel de chino que era capaz de leer pinyin... oh my god...! qué fallo, con un mes estudiando en una academia en Málaga (que ha resultado ser excelente ya que es lo que me ha servido para no perder el ritmo respecto de mis compañeros) no se puede ser tan osada y presumir de entender pinyin... mea culpa!
Bueno ante los inminentes exámenes de mitad de curso, si ya estudiaba, redoblé el esfuerzo, no quería suspender... el único handicap de aprender chino es que si no lo practicas, si no lo estudias continuamente se te olvida por completo y tienes que volver a empezar prácticamente casi de cero.
Los exámenes que más miedo me daban eran los orales (speaking y grammar), no por el miedo escénico, ya que ese está superado después de haber estudiado oposiciones... el miedo tenía su base en no poder encontrar las palabras las frases para expresarme o no entender a la profesora, pero las dos fueron estupendas, me hablaron despacito y con palabras sencillas, así que eso me dio confianza para lanzarme a hablar con ellas en chino...
Después hicimos los exámenes escritos (listening y reading) y esos bastante bien, Carlos el mejor de la clase en el listening y a mi me felicitaron en el de reading, no solo por los aciertos si no por mi buena caligrafía... (por fin alguna felicitación con mi chino!!!) y es que para mí es mucho más fácil leer y escribir chino que hablarlo y entenderlo, los chinos hablan rapidísimo (y altísimo), con una fonética muy distinta a la nuestra y hacerse el oído a ellos requiere muuucho tiempo... pero las ganas las tengo, de modo que voy a retomar el chino en septiembre y espero poder contaros cómo me va....
No hay comentarios:
Publicar un comentario