Unas de nuestras ultimas aventuras en China fue con Jake. Jake es un chico americano de 26 años, y que lleva 6 viviendo en China. Conocimos a Jake en la universidad, ya que aunque él habla un chino muy decente, fácil para él teniendo novia china... quería aprender a escribir los caracteres chinos o hanzi. El llegó a Shanghai después de terminar el instituto y antes de comenzar la carrera, sin embargo vió las posibilidades que le ofrecía China y decidió quedarse como profesor de inglés (casi todos los americanos en China, si no son expatriados, dan clases de inglés). Carlos y Jake hicieron buenas migas, sobre todo porque eran los únicos chicos de la clase...
En una de nuestras clases aprendimos las comidas en chino y algo muy típico son los noodles (para algún despistado son una especie de spaguettis larguísimos) y Jake nos dijo que conocía un restaurante en que los hacían muy bien y que si queríamos nos llevaba... por eso de confraternizar y sabiendo que lleva seis años en China pensamos que tendría que conocer sitios increíbles así que aceptamos....
Pocos días después, cuando terminamos las clases decidimos ir a comer los famosos noodles con Jake. Jake está motorizado, tiene una moto de gasolina (para éstas hace falta carnet de conducir chino, para las motos eléctricas no.) Nos dijo que el restaurante no estaba muy lejos y que si queríamos no llevaba en la moto... los tres en la moto... Carlos y yo nos miramos y pensamos, por qué no un poco de locura... al fin de cuentas, el tráfico en Pudong no es tan peligroso como el de Puxi...allá que fuimos Jake conduciendo, yo en medio y Carlos detrás de mí... éramos la atracción de todos los transeúntes con los que nos cruzábamos, supongo que por ser extranjeros y no por ser tres en una moto, al fin y al cabo allí las mudanzas las hacen en motos...
Llegamos al restaurante, ya desde el principio nos sorprendió, los noodles los hacían en la puerta en una olla gigante y al lado una montañitas de platos multicolor... saludamos, nos miraron con los ojos sorprendidos (ojos tan abiertos que parecían occidentales...), Jake conocía el camino, siguiéndolo por unas escaleras empinadísimas y estrechas llegamos hasta el primer piso, donde estaban dispuestas una serie de mesas con manteles verdes y a modo de sillas, unas desvencijadas banquetas todas desparejadas. Nos sentamos en la mesa del fondo, alejados de las escaleras, enfrente, debajo de un enorme cartel colgado en la pared con el menú escrito en chino, nos observaba perplejo un niño de unos 12 años que no dejaba de hacer su labor, meter el arroz en paquetitos... Al poco llegó el camarero con un bote lleno de palillos chinos (nada más, no es constumbre china usar servilletas, ni siquiera de papel) , cogimos cada uno nuestro par (rezando para no salir intoxicados de aquel lugar) y Jake pidió su comida, nosotros no hicimos más que imitarlo: noodles con ternera.
Al poco llegó el camarero con los tres platos de noodles, y tres sopas. Los noodles consistían en un cuenco grande donde flotaban unos trocitos de carne, alguna verdura y una gran cantidad de fideos larguísimos que a medida que iba enrollándolos en los palillos (no era capaz de hacerlo de otro modo) se iban resbalando y volviendo al plato. Jake, muy experto empezó a comer sus noodles con mucha maña, yo sin embargo entre la conversación, los palillos y la repugnancia no comía mucho. Durante los 45 minutos que estuvimos en el restaurante vimos comer a tres mesas distintas de chinos, después de superar su sorpresa viendo allí a tres extranjeros comiendo, volvían a lo suyo; es alucinantes verlos comer, con una rapidez voraz, entran les sirven su comida y en 5 minutos se van con las panzas llenas... Además de la rapidez y la destreza comiendo noodles con palillos chinos lo que más sorprende es la forma de comer o, más bien, el ruido que hacen comiendo, sorben la sopa, los noodles y hasta el arroz... es muy asqueroso, pero a todo te acostumbras...
¿Y vosotros? ¿os atreveríais a comer en un sitio así?
PD: si os preguntáis cómo estaba la comida, muy buena, lo he pasado peor en otros restaurantes y superado el asco inicial, acabé con medio plato y sin intoxicaciones...
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